lunes, septiembre 28, 2009

OVIDIO MANDA UNA CARTA A CORINA

Recordaréis que Corina y Ovidio habían disputado por los celos. Ovidio quiere volver a verla y manda a la criada Nape a llevarle un mensaje suyo.


“(…) Toma y lleva a mi dueña [Corina] por la mañana estas tablillas* llenas de escritura, y, diligente, acaba con el obstáculo de la demora.

(…) Si pregunta como estoy, le dirás que vivo con la esperanza de que me conceda una noche. (…)

Entrégale las tablillas cuando goce de tiempo libre, pero, no obstante, haz que ella las lea enseguida. Mira sus ojos y su frente mientras está leyendo: tal es el encargo que te doy. También en un rostro silencioso se puede adivinar lo que sucederá más adelante. Y, cuando haya leído las tablillas de principio a fin, sin tardanza, mándale que responda largamente por escrito. Me fastidia cuando la cera brillante presenta un extenso vacio. Que comprima las líneas en sus renglones y que la letra semiborrada por el roce en el extremo del margen haga demorarse a mis ojos. Mas ¿qué necesidad hay de que fatigue sus dedos sosteniendo el punzón? Que la tablilla entera tenga escrita únicamente esta palabra: “¡Ven!”.”

OVIDIO.- “Amores”

Traducción de Vicente Cristóbal López.


*Las tablillas eran planchas de madera con los bordes en relieve. La parte central, ahondada, estaba rellena de cera, sobre la cual se escribía con un punzón.


*Detalle de figura masculina. MARQ (Museo Arqueológico de Alicante) Exposición la belleza del cuerpo.
**Varias tablillas y punzones. Material de escritura del taller de Domus Baebia Saguntina. Talleres de Cultura Clásica. Sagunto. Valencia.

jueves, septiembre 24, 2009

PREPARATIVOS PARA UN BANQUETE

Así recordaba el cordelero Kostas el bullicio de la cocina mientras se hacían los preparativos del banquete de bienvenida que ofreció Dido al príncipe Eneas. Sofonisba era la cocinera de la reina.


"(…)
- ¿Habláis del banquete? – pregunta Kostas acomodándose en la sombra –. Yo estuve en la cocina ese día.

- ¡La primera noticia que tengo! – le contesto, más picada aún.

- Me llamó Sofonisba – aclara, a la defensiva –. Hicimos amistad cuando cortó la piel de toro y yo trencé la cuerda de prueba. ¡Mira que era alegre…! En cambio esa mañana, si alguien echaba más humo que los fogones, esa era la cocinera de la reina. Fíjate lo que te digo, señora Imilce: no he estado nunca en un campo de batalla, pero esa cocina debía asemejársele bastante. Había un jaleo enorme en el patio, donde estaban matando y desplumando pollos y entre los cacareos y los berridos de los cabritos era para volverse loco… Me impresionó. Y dentro, los pinches gritaban y se empujaban yendo de un lado a otro. ¿Te imaginas decenas de cuchillos moviéndose en el aire para desollar, trocear, picar, mondar…? Era un prodigio que no se hiriesen unos a otros con tantas apreturas, o que no se escaldaran con el agua hirviendo, o no se les prendieran las ropas con las chispas que saltaban al avivar la lumbre. Cada cual pedía a gritos más leña, más harina o un mortero, y no parecía que hubiera forma de entenderse. Sin embargo allí en medio, dando órdenes como un general, estaba Sofonisba. Cuando entré, me agarró del brazo y me arrastró a un rincón de la despensa, como si fuéramos a buscar algo. Y entonces se echó a llorar.

- “Es el primer banquete que preparo” – me dijo – “y no pienso dejar en mal lugar a la reina ni consentiré a nadie poner en cuestión mi oficio. ¡Pero hacerlo con estas prisas y en estas condiciones…!”

- Figúrate, yo era un mocoso y como no sabía qué decirle, la abracé muy fuerte. Ella me estrujó contra su pecho y enseguida se calmó. Se limpió la cara, me dijo en voz alta que le faltaban piñones para la salsa del pollo y me encargó ir a pedírselos a la noble Diana. Y entonces, al volverse, empujó con el codo una cazuela de barro colocada sobre un estante y fue a caer justo encima de una gran ánfora de vino. El golpe la reventó y el vino salpicó por todas partes. ¡Menudo sobresalto! A mí me parecía un desastre, pero Sofonisba se puso a reír y se extendió por los brazos y la cara las gotas de vino diciendo que le traería buena suerte. (…)”

Fragmento de la novela “Dido reina de Cartago”.

El personaje de Sofonisba lo encarno´ Charo Marco; el del cordelero Kostas , Kostas Kamaki.

* y **Detalles de un relieve. Museo Massimo alle Terme. Roma.

*** Detalle de un relieve. Museos Capitolinos. Roma.

****Un árbol en flor en Valencia.

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lunes, septiembre 21, 2009

LA REINA DIDO HACE UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN


“(…) Y yo tengo también a otras personas deseosas de ayudar. Es importante que quienes están con nosotros se sientan parte de esta aventura. Sin el esfuerzo aunado de todos, nada puede hacerse con éxito.”

Estas palabras dice, en el capítulo VIII, la reina Dido de Cartago.

Cuando lo escribí, en su momento, esas frases reflejaban no sólo lo que ella pensaba respecto a la aventura vital que empezaba para ella y los suyos, sino también lo que pensaba yo respecto a la participación de tantos amigos bloggeros en esta historia: a su afecto, a su seguimiento y a sus comentarios, que siempre fueron para mí fuente inagotable de inspiración.

Gracias, por todo, queridos amigos.


*Escultura femenina. Venus Esquilina. Museos Capitolinos. Roma.
**Detalle de relieve de una fiesta de Isis. Museo Altemps. Roma.

viernes, septiembre 18, 2009

BLOG DEL DÍA Y (ESPERO) DE MUCHOS MÁS


Queridos amigos, dentro de pocas semanas saldrá a la luz impresa la novela “Dido, reina de Cartago” que, como muchos recordaréis, fue escrita en este blog. Ello me obliga a dedicarme con intensidad durante unos días a revisar el texto y aplicarme en todas las tareas que rodean una publicación. Os pido disculpas al no poder atender el blog ni atenderos a vosotros como me gustaría, pero el ver la novela publicada bien merece este pequeño sacrificio. En breve, os daré más noticias de la publicación.


Entre tanto, os dejo este enlace con la página Premio blog del día que ha tenido la gentileza de premiar hoy a “Mujeres de Roma” y donde me publican una entrevista. Es muy interesante la labor que realiza ese blog, ya que nos permite conocer otros blogs y también a las personas que están tras ellos. Gracias a Rafael R. López por realizar una labor tan interesante y desinteresada.

Y no quiero dejar de recordar que el 18 de septiembre del año 53 de nuestra era nació en Itálica el gran Trajano, que llegaría a ser uno de los emperadores más grandes que recuerda la historia. Gracias por vuestra paciencia.



*Vista de la columna de Trajano, en el foro de su nombre. A sus pies, se depositaron las cenizas del emperador. La caja de oro que las contenía, fue robada por los visigodos de Alarico cuando saquearon la ciudad. Roma.

**Vista nocturna del foro de Trajano. Roma. Foto: Rafa Lillo

premio blog del dia,

lunes, septiembre 14, 2009

LA FAMA NO VALE TANTO


Esto dice el poeta Marcial:

"Sólo admiras a los antiguos, Vecerro,
y no alabas sino a los poetas muertos:
perdona, Vecerro, pero no vale
tanto, tu elogio, para morirme."

MARCIAL.- Epigramas.
Traducción de Ernesto Cardenal


* Fuente con forma de piña en los Museos Vaticanos. Roma.

** Hojas de acanto. Roma.

jueves, septiembre 10, 2009

VISTA DE ROMA DESDE EL PINCIO

Así describió una vista desde el Pincio el escritor Gabriele D'Annunzio:
"Roma aparecía de un color pizarra muy claro, con líneas un poco indecisas, como una pintura descolorida, bajo un cielo de Claudio Lorena, húmedo y fresco, diseminado de nubes diáfanas en grupos nobilísimos que daban a los intervalos libres una finura indescriptible, como las flores dan al verde una gracia nueva. En lontananza, en las altura extremas el gris se iba cambiando en amatista. Largas y finas zonas de vapores atravesaban los cipreses del Monte Mario, como cabellos largos y sedosos en un peine de bronce. Próximos, los pinos del monte Pincio alzaban sus paraguas dorados. Sobre la plaza, el obelisco de Pio VI parecía un tallo de ágata. Todas las cosas tomaban una apariencia más rica bajo aquella exquisita luz otoñal."

GABRIELE D’ANNUNZIO.- "Il piacere"
Traducción propia



*Vista de la Plaza del Popolo y su obelisco desde el monte Pincio, citado en el texto. Roma. Foto: Rafa Lillo

**Hojas verdes en el Pincio. Roma.

lunes, septiembre 07, 2009

LECCIÓN PRÁCTICA



Conversación escuchada en el foro, junto a la escuela del maestro Filón.

- ¡Si ayer mismo juraste que me amabas! ¿Y hoy dices que amas a Hortensia? ¿Tan poca consistencia tiene tu corazón, que el amor permanece en él sólo unas horas? No te comprendo – decía una muchacha con los ojos arrasados en lágrimas a un joven con toga que permanecía impasible a su lado.

El joven vio a un esclavo de ocho o nueve años y le hizo un gesto para que se aproximara.

- Niño, acércate a aquella fuente y tráeme agua haciendo un cuenco con tus manos. Necesito beber. A cambio de ese favor te daré unas monedas.

- ¿Quieres burlarte de mí, señor? Cuando regrese aquí ya no me quedará agua.

- ¿Lo ves, Claudia? – dijo el joven volviéndose hacia la muchacha – Hasta un mocoso como éste entiende que hay cosas imposibles de retener.



NOTA: Queridos amigos, aunque he regresado de las vacaciones, con el blog voy aún a medio gas. Más adelante os contaré los motivos. Os visitaré en vuestras casas. Besos a todos.

*Escultura de una pareja. Jardines de Monforte. Valencia.
**Chorro de agua de la fuente de la Plaza del Quirinale. Roma.Foto: Rafa Lillo

martes, septiembre 01, 2009

CÓLERA EL DÍA DE LA DEDICACIÓN DEL TEMPLO DE JÚPITER TONANTE


¡Eh, tú, prostituta, ven! Mira: aquel que lleva la cabeza cubierta como un sacerdote es Octavio Augusto. Finge respetar la república mientras en todo el imperio no se mueve ni una brizna de aire sin su autorización. ¿Quién puede soportar a un hipócrita semejante? ¡Míralo! Ahí está, como un cordero, consagrando un nuevo templo a Júpiter Tonante. Una noche, en la lejana tierra de los astures, un rayo mató al esclavo que lo precedía y él quedó a salvo. Y escucha bien lo que te digo: ¡cuánto mejor hubiera protegido Júpiter a Roma si en vez de al esclavo lo hubiera fulminado a él! No hablo como un ignorante, te habrás dado cuenta de que visto la toga de senador. Y te lo digo a ti, puta, porque eres quien mejor representas a la república ahora que la república se ha convertido en la mejor representante de tu oficio. Ya lo sabes.


NOTA 1: El 1 de septiembre del año 22 a.C. Augusto consagró un templo a Júpiter Tonante en la colina del Capitolio en Roma, en agradecimiento por haberle salvado de un rayo cuando estaba en Hispania.

NOTA 2.- Obviamente, el texto es mío. Me ha parecido interesante hacer notar el disgusto de algunos romanos por la deriva que habían tomado los asuntos públicos, dado que, en la práctica, Augusto gobernaba como un rey.

Gracias a todos por vuestras visitas y buenos deseos. Acabo de volver de vacaciones y empezaré a visitaros enseguida.

*Escultura que representa a Júpiter Tonante, procedente de ese templo hoy desaparecido. Es de la época de Domiciano. Museo del Prado. Madrid.

**Sombra de un arbolillo en la terraza de Isabel Romana. Valencia.